Está claro que no hay edad para bajar de peso o parar querer verse mejor y sentirse más saludable. Pero, también es cierto que si intentas cambiar de hábitos, va a variar dependiendo de la etapa de la vida en que te encuentres, por ejemplo, bajar de peso después de los 50 años es muy complicado.
No realizarás los mismos ejercicios ni la misma dieta si eres un niño obeso de 12 años, o si eres un hombre de 60 que quiere reducir las dimensiones de su barriga.
Es muy importante saber que con el paso de los años el cuerpo sufre modificaciones, tanto en la mujer como en el hombre.
Entre los 45 y 50 años se producen cambios hormonales que hacen que el cuerpo naturalmente genere más tejido adiposo.
En las mujeres generalmente se ubica en la zona de piernas y glúteos, mientras que en los hombres aparece en la zona abdominal.
Esto no quiere decir que tener una enorme barriga, o unos glúteos demasiado prominentes sea saludable y natural, claro que no.
Lo natural es que esas zonas estén un poco más “rellenitas” que cuando teníamos 30.
Por eso la intención / deseo de bajar de peso después de los 50 años, es una gran idea.
Especialmente si sufres de obesidad (se considera obesidad cuando estamos por encima de los 15 kilos de sobrepeso) ya que nuestras articulaciones y órganos podrían verse afectados y dar origen a serios problemas de salud.
Ejercicios Después De Los 50
Nuestra capacidad de resistencia a los ejercicios físicos va disminuyendo con el paso de la edad.
Por eso es importante no hacer esfuerzos grandes que vayan más allá de nuestras posibilidades.
Realizar ejercicios moderados sin demasiadas exigencias no solo evitará daños en los huesos y articulaciones, sino también en el corazón y pulmones.
Algunos de los ejercicios más recomendados para realizar después de los 50:
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Caminata ligera
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Trote suave
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Ciclismo
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Natación
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Yoga
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Pesas localizadas con muy poco peso, sólo para tonificar ciertas zonas
Alimentación Después De Los 50
Sin dudas la dieta es un punto crucial a la hora de bajar de peso.
Y uno de los hábitos más difíciles de modificar en personas mayores, que tal vez llevan muchos años comiendo de una forma determinada y se resienten mucho a cambiar su alimentación.
Existen muchos alimentos que en esta etapa de la vida son primordiales, y otros que comienzan a ser menos importantes y se pueden evitar sin problemas.
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Reducir el consumo de carnes rojas y aumentar el consumo de pescados y mariscos puede ser una decisión muy atinada. Siempre, las carnes que se consuman deberían ser magras.
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Aumentar el consumo de alimentos de grano y legumbres: arroz, judías, habas, lentejas, garbanzos.
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Frutas y verduras en gran cantidad: Son los alimentos que nos proveerán de las vitaminas que más necesita nuestro cuerpo en la edad adulta y vejez. Dentro de las frutas, también incluímos los frutos secos como nueces, ciruelas, avellanas, almendras, anacardos, pistachos, etcétera.
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Hidratación: Sin duda, no puede faltar un buen consumo de agua y por supuesto, consultas periódicas a nuestro médico de cabecera.
