Las dietas altas en carbohidratos versus bajas en carbohidratos son aún objeto de debate interminable.
Según lo que meriendes puedes ser más delgado o más grueso es un argumento que ha quedado para la historia.
La evidencia de calorías consumidas en comparación con calorías quemadas incluso se está cuestionada.
El primer hábito a eliminar
En medio de todo este debate surge una una verdad incuestionable: comer por la noche está fuertemente asociado con el sobrepeso y la obesidad. Estar mordisqueando después de la caída del Sol hace que la grasa se acumule en las personas independientemente de sus edades.
Dos nuevos estudios arrojan luz sobre este aspecto que cada día toma más fuerza, el primero mide los efectos de la merienda nocturna en el comportamiento energético del organismo. Los investigadores estudiaron a 11 mujeres saludables que tomaron meriendas a las diez de la mañana y otro grupo de igual número de mujeres que cenaban a las once de la nochedurante un período de trece días. Después de dicho período de trece días, los investigadores midieron la tasa metabólica para cada grupo.
La conclusión: comer por la noche cambia el metabolismo a peor. Cenar en la noche disminuye la oxidación de grasas (la tasa a la cual la grasa es metabolizada en energía y no se almacenan como el exceso de gordura) y se reforzo el total del conocido como colesterol «malo».
Un estudio similar con 52 voluntarios con el objetivo de comprender cómo el ritmo del sueño afecta el peso. El resultado: cenar en la noche o antes de dormir parece predisponer a las personas a ganar peso porque consume más calorías en la noche, un fenómeno similar para cualquiera que anda picando todo tipo de chucherías sin detenerse a pensar en las consecuencias adversas de estar picando a tales horas.
El primer hábito a eliminar : olvida los aperitivos, chucherías o cenas después de las ocho de la tarde, si eres «ave nocturna» asegúrese de que los bocadillos que toma por la noche son saludables y bajos en calorías.
¿ Picas a todas horas ?